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En Argentina, las "cuevas" funcionan como centros de cambio de divisas tolerados aunque ilegales, vitales para la economía al proporcionar cómodos cambios de dólares. Con las reformas del Presidente Milei, estos establecimientos podrían legalizarse pronto, y Bitcoin podría desempeñar un papel importante en el futuro del cambio de divisas.
En Argentina se tolera el mercado negro de cambio de divisas y las "cuevas" forman parte del juego. En la calle Florida, un pregonero -conocido como "arbolitos"- está en cada esquina ofreciendo el servicio. Sin embargo, no se equivoque, el cambio de divisas al margen de la normativa vigente en el país infringe la Ley Penal Cambiaria y, por tanto, es un delito penal.
Sin embargo, las "cuevas" alimentan la economía argentina. Si la gente tuviera que cumplir la ley, la economía se paralizaría. Además, algunos consideran que lo que hacen estos pequeños establecimientos es beneficioso para la comunidad. La población necesitaba dólares porque el peso se estaba fundiendo, y el comercio en el mercado negro en una "cueva" era la forma más cómoda de adquirirlos.
El servicio va contra la ley, claro, pero no está mal visto. Y puede que pronto sea completamente legal. El 22 de febrero, el Presidente Javier Milei declaró a un canal de noticias local:
"Nos gustaría pasar a un sistema de competencia cambiaria, manteniendo el peso y con una ley que enviaremos al Congreso que tipifique el señoreaje como delito".
Llegaremos a eso, pero antes exploremos el fenómeno de las "cuevas" y definamos algunos conceptos.
Un pregonero o "arbolito" atrae a los clientes gritando "Cambio, cambio", negocia con ellos en la calle y luego los acompaña a los establecimientos conocidos como "cuevas". Tras el intercambio, el "arbolito" se lleva una pequeña tajada. Una "cueva" puede ser una tienda de antigüedades o una farmacia. Cualquiera puede ser "cuevero" si se sabe preguntar.
En esos lugares, la población compra y vende dólares en el mercado negro, y funcionan desde hace décadas. Los noventa fue la única década en la que Argentina no tuvo "cuevas". Ganan dinero con el diferencial entre el precio de compra y el de venta, también conocido como bid y ask. El diferencial suele oscilar entre el 1 y el 3%, pero mueven mucho dinero.
El año pasado, Ámbito investigó cómo funciona exactamente esta actividad clandestina e identificó a los principales actores del ecosistema de las "cuevas". Su fuente anónima describió la jerarquía y las cifras que manejan:
"El "cuevero" hace su diferencia en lo que recibe sin importar los montos, desde u$s200, mientras que el "cambista" te puede pedir desde u$s1000 en adelante y una "correta", ya opera grandes bloques de hasta 3 ceros".
Describamos mejor a cada personaje.
"Antiguamente, los "corretas" solían ser antiguos banqueros, por ejemplo, tipos que se jubilaban del sector financiero, pero, ahora, hay gente más joven".
"La categoría de cambistas abarca un abanico enorme: desde agencias de cambio hasta antiguos directivos de ALYC, pasando por empresas financieras que transfieren dinero al extranjero"
"Tienen una enorme diversidad: van desde pequeñas financieras hasta una empresa textil, por ejemplo. Hay "cuevas" por todo el país, y ahí es donde está el volumen no registrado".
Más desapercibido aún es lo que llaman "el chiquitaje". Se refiere al inmenso número de personas que compran y venden dólares a sus amigos y familiares, compañeros de trabajo y cualquiera que pregunte. Según todos los indicios, este mercado es enorme y pasa completamente desapercibido.
Aunque el mercado negro está siempre presente y se tolera, el riesgo sigue estando ahí. Cuando la policía recibe la orden, los infractores por primera vez pueden acabar pagando una multa de diez veces el importe de la transacción en cuestión. Para los reincidentes, el castigo va de uno a cuatro años de cárcel la primera vez y de uno a ocho la segunda.
Según Ambito, "el BCRA inicia la investigación, pero la sentencia la dicta luego un juez penal económico". Si tenés muy mala suerte, pueden tirarte la casa por la ventana y aplicarte cargos por lavado de dinero, que conllevan penas mucho más severas.
Como suele ocurrir, estas sanciones son sólo para los pequeños jugadores. Los peces gordos juegan en un estanque mucho más grande.
Como ya hemos establecido, las "cuevas" están toleradas pero siguen siendo ilegales. Eso significa que es difícil obtener detalles sobre el funcionamiento del ecosistema. Sin embargo, de vez en cuando ocurre algo que arroja luz y revela secretos.
En octubre del año pasado, "El Croata" alias Ivo Esteban Rojnica alias "El rey de las cuevas" cayó en desgracia. La policía y la AFIP allanaron el edificio de su empresa Nimbus Group en Buenos Aires. Encontraron pruebas de varias cuentas offshore en Estados Unidos y de la compra de varias "propiedades millonarias" en Paraguay.
El Buenos Aires Times se pregunta cómo "logró mover cantidades tan grandes de dinero de un país a otro". La respuesta:
"Según fuentes de la investigación, la maniobra podría haber sido a través de Tower Travel, una agencia de viajes que aparentemente le servía de pantalla para mover el "dólar tarjeta", conocido en el centro porteño como "circuito financiero", que le reportaba una ganancia del 20 por ciento en dólares por cada transacción."
Un mes después, La Nación publicó un artículo que sugiere que los "cueveros" trabajaron codo a codo con el Gobierno para contener los precios del dólar blue.
En Argentina, el precio del dólar blue no puede ser más importante. En tiempos electorales, puede hacer o deshacer a un candidato. Según La Nación, los implicados lograron su objetivo dando acceso a las "cuevas" a los dólares oficiales, mucho más baratos, mediante la "subfacturación de una exportación."
Un informador anónimo habló con Blink para explicárselo mejor.
"La cotización del dólar blue podría ser un 50 o incluso un 100% superior a la cotización del dólar oficial. Quien pueda hacerse con dólares oficiales podría ganar esa cantidad de dinero al instante. Así que hay un incentivo real para la corrupción. Incluso dentro del Gobierno, hay incentivos para formar parte de este negocio. Incluso se podría decir que ésa es la verdadera razón por la que pusieron estas medidas de control de capitales".
Volviendo a La Nación, el diario entra en detalles diciendo que el juez Martínez de Giorgi encontró una conexión:
"...entre la pesquera Conarpesa y "El Croata", que sirvió para contener el precio del blue durante varios días. Las famosas manos amigas del Gobierno: alguien recibe dólares oficiales, los revende a valores inferiores a los del mercado y, aun así, gana. Todos contentos".
Todo esto ocurrió dos meses antes de la toma de posesión del Presidente Javier Milei.
Antes de entrar en eso, nuestro informador anónimo tiene otra historia que muestra cómo "en lo más alto" el Gobierno y los cambistas del mercado negro están "mezclados".
"Durante la pandemia, había una casa de cambio con tiendas al aire libre. Cualquiera podía entrar y cambiar dólares azules, pero sólo en esta "cueva" en particular. Así que mi teoría es que estaban enredados con el Gobierno".
Por supuesto. Una historia tan antigua como el dinero mismo.
En fin, volviendo a nuestra programación habitual, surge una pregunta. ¿Cómo es posible que siga habiendo controles de divisas en Argentina si el Presidente se autoproclama libertario? La respuesta podría sorprenderle.
Apenas asumió, el Presidente anunció que el negocio de los "cueveros", la compra y venta de dólares, ya no se consideraba delito. El Buenos Aires Times citó a Javier Milei:
"Comprar el dólar paralelo 'blue' ya no es un delito. El dólar es libre. Nadie te perseguirá por ello", dijo el Presidente durante una entrevista radiofónica.
Milei se refería a uno de los aspectos centrales de la desregulación económica contenida en el Decreto de Urgencia publicado el jueves en el Boletín Oficial".
En un extraño giro del destino, eso significaría también que las "cuevas" dejarían de existir. Sin control monetario, los argentinos no necesitarían un mercado negro. ¿Por qué no desaparecieron las cuevas? Bueno, el Decreto de Emergencia fue rechazado por el Senado en marzo. Reuters lo explica:
"El decreto, que originalmente contenía más de 600 artículos, fue rechazado en una votación de 42-25, con cuatro abstenciones, y sólo podrá ser definitivamente descartado si también lo rechaza la Cámara Baja de Argentina.
El partido del presidente tiene minoría en ambas cámaras".
Así pues, nada ha cambiado. Las "cuevas" siguen en el negocio y el cambio de divisas no sancionado sigue siendo ilegal pero tolerado. Pero la situación puede cambiar en cualquier momento.
El dólar estadounidense es muy importante para los argentinos. El peso, su moneda, ha sufrido varias implosiones. El fiasco del "corralito" de 2001 aún está fresco en su memoria. Es lógico que vean en el dólar un bote salvavidas.
Sin embargo, como deben saber los usuarios de Blink, el dólar también se está devaluando y la imprenta de dinero del Gobierno estadounidense está trabajando horas extras. Por no mencionar que un colapso devastador es el destino inevitable de todas las monedas fiduciarias. Ahí es donde entra Bitcoin.
El dinero más sólido conocido por el hombre es la herramienta ideal para el trabajo. Y la promesa real de Milei no es la dolarización, sino la competencia de divisas y la libertad monetaria. No sólo eso, "el 21 de diciembre, la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino tuiteó: "Ratificamos y confirmamos que se pueden pactar contratos en Bitcoin en Argentina".
Así pues, Bitcoin desempeñará un papel en el futuro de Argentina. La pregunta es, ¿cuán grande será ese papel? A medida que las "cuevas" dejen de existir y surjan empresas legítimas de cambio de divisas, ¿cuán popular será Bitcoin?
Un factor crucial a tener en cuenta es que el peso está remontando bajo el mandato de Milei.
"Desde que el peso empezó a estabilizarse en enero, ha avanzado alrededor de un 72% tras ajustar la inflación, un indicador que los inversores argentinos siguen de cerca porque mide los cambios en el poder adquisitivo real de la moneda.
Esas ganancias son beneficiosas para un país hasta que llegan al punto de disuadir a las empresas de exportar productos y alejar a los turistas extranjeros".
¿Es sostenible la subida del peso a largo plazo, o incluso a medio plazo? Probablemente no, pero eso es discutible. ¿Significa la estabilización del peso que los argentinos olvidarán las lecciones aprendidas en tiempos difíciles y se aferrarán a las monedas fiduciarias? ¿O decidirán sabiamente preservar su riqueza acudiendo en masa al mayor invento de la humanidad, Bitcoin? Sólo el tiempo y los argentinos podrán responder a esta pregunta.
Sin embargo, los fundamentos no cambiarán. Bitcoin es el dinero más sólido jamás creado. En un entorno que fomenta la libertad monetaria y la competencia de divisas, la lógica dicta que triunfará el dinero más sólido. Y si Bitcoin se impone, los "cuevas" tendrán un nuevo producto completamente legal y a prueba de balas para comprar y vender.
